LIMPIEMONOS DE LA LEVADURA
1ª. Corintios 5:8
Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la
levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y
de verdad.
Hoy es tiempo de celebrar la pascua, el perdón de nuestros
pecados. Es tiempo de celebrar a Jesús, nuestro cordero expiatorio. Por su sangre hemos sido limpiados una vez y
para siempre. Pero, aquí hay un llamado
antes de celebrar, “limpiémonos”… Jesús
dijo a Pedro: si no te limpias, no tendrás parte conmigo.
Hay dos limpiezas: la primera es la de la sangre de
Cristo, cuando le aceptamos, recibimos el “Nuevo Pacto” en su sangre, que dice:
-borraré tus pecados y nunca mas me acordaré de ellos; y la segunda es la de la
palabra, cuando escuchamos palabra, esta nos limpia. Juan 15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que
os he hablado.
La misma palabra nos enseña lo que está MALO y nos da el REMEDIO. Cuando dice limpiémonos
de malicia y maldad, luego nos habla de Sinceridad y Verdad. En Tito 1:15 dice:
Todas
las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada
les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.
La malicia busca residir en la mente y la maldad en el
corazón. La primera es pasajera, pero la segunda puede volverse un estilo de
vida. Un pensamiento malicioso, se vuelve un corazón malo y duro. Apartémonos
de los malos pensamientos, del doble sentido, de chistes corruptos, o bromas
despiadadas y escuchemos y pongamos por obra La Palabra de Dios, para que
nuestro camino sea limpio. En el mundo
hay muchas canciones vulgares, con doble sentido, programas cómicos que enseñan
mucha malicia, etc. Estemos alertas y busquemos estar limpios constantemente.